5 Pasos Para Integrar la Realidad Virtual En Una Empresa
La Realidad Virtual es un elemento clave en nuestro día a día.
La integración de la VR en las empresas empieza a convertirse en un requisito primordial para potenciar la experiencia del usuario.
Sin bien es verdad que, aunque esta tecnología lleva varios años entre nosotros, aún hoy sigue evolucionando en relación a su interactividad, usabilidad, calidad gráfica…etc.
Por supuesto, sin los desarrollo tecnológicos no sería posible avanzar, por ejemplo, en la resolución de las pantallas, mejora de los sensores de movimiento y de las pantallas o en el procesamiento gráfico.
Toda una evolución que, por desgracia, perdería su valor si no supiéramos emplearla de manera correcta.
A priori, todo lo que engloba a la Realidad Virtual, lo relacionamos inconscientemente con la industria del ocio y del entretenimiento pero hay que tener en cuenta que tiene muchas otras aplicaciones.
Una de ellas, está relacionada directamente con la mejora de experiencia del usuario. Dicha mejora se puede extender indistintamente a cualquier sector empresarial.
El único requisito es saber hacerlo bien.
Si eres de los que está pensando en adoptar la Realidad Virtual en tu negocio o, simplemente, quieres tener los conocimientos básicos por mera curiosidad, a lo largo de este artículo te daremos los 5 pasos necesarios para integrar la VR en una empresa.
Siguiendo todos y cada uno de ellos, verás el máximo rendimiento que se puede sacar de esta tecnología en continua transformación.
1. ¿Sabes cuántos tipos de Realidad Virtual existen?
Debemos tener en cuenta, ya no los tipos de Realidad Virtual existentes.
Lo más correcto sería decir que debemos identificar los instrumentos o elementos de realidad virtual con los que queremos contar para mejorar la experiencia de nuestro usuario.
En el mercado, existen diferentes tipologías de equipos de VR que poseen características diversas que variarán en función de la aplicación que queramos darles.
Unas gafas de cartón tipo las Google CardBoard, no son lo mismo que un equipamiento de pantallas integradas a nuestro dispositivo móvil o los que van directamente enlazados a un ordenador y cuentan con dispositivos de movimiento libre.
Para elegir correctamente qué dispositivos de Realidad Virtual se adapta mejor a nuestro negocio, deberemos profundizar en el siguiente punto.
2. Definir qué Realidad Virtual encaja en tu negocio
¿Qué quieres ofrecer a tus clientes? Esa sería la siguiente pregunta que debemos formularnos a nosotros mismos para saber elegir de manera correcta el tipo de Realidad Virtual que más se adecúe al negocio.
Para ello debemos tener en cuenta tres puntos primordiales:
- ¿Cuál es la inmersión que estamos buscando?
De ello dependerá del tipo de negocio que tengas y de los puntos en los que quieras diferenciarte de la competencia.
En esta cuestión podemos identificar dos tipos de experiencias inmersivas. Por un lado, si quieres que la experiencia usuario esté basada en el flujo multimedia empleando escenarios y vídeos en 360º, únicamente serán precisas unas gafas básicas.
Además, si para ti, como propietario del negocio, es importante no estar dependiendo del teléfono móvil, podrías plantearte optar por unas stand-alone.
Por el contrario, si tu objetivo es ofrecer al cliente una máxima inmersión permitiéndole disfrutar de “una realidad paralela”, la mejor opción es la de disponer de un sistema completo de VR, es decir, gafas de VR, cascos, trajes hápticos… etc.
- ¿En qué entorno disfrutaremos de la VR?
Desde la comunidad de un hogar o desde un establecimiento físico. ¿Desde dónde quieres que el usuario disfrute de la experiencia? ¿Dónde le da más valor?
- ¿Qué nivel de realismo queremos dar?
La información que reflejas es por medio de: ¿representaciones esquemáticas o minimalistas o a través de un fotorrealismo?
Responder a estas cuestiones te ayudará a determinar, en mayor medida, qué tipos de dispositivos serán los más adecuados para tu público.
3. Qué beneficios puede aportar la Realidad Virtual en tu empresa
De nada sirve dar respuesta ni poner en marcha los dos puntos anteriores sin antes plantearnos qué valor me aporta esta tecnología en mi negocio.
Para ello, debemos definir los tres pilares sobre los que se sustenta cualquier empresa:
-
Proceso de preventa. Este pilar es el más importante porque de ello dependerá el éxito de nuestro negocio. El proceso de preventa es aquel que está relacionado con la captación y fidelización del cliente. ¿Cómo vamos a llamar su atención? ¿Qué elementos identificativos me diferencian de la competencia?
-
Proceso de venta. En caso de que decidamos implantar herramientas relacionadas con la VR, el flujo de interacción y familiarización con esta tecnología debe ser natural. Razón por a cual, debemos identificar el target de edad de nuestro público y conocer en qué medida están familiarizados con estas herramientas. En base a ello podremos decantarnos por un tipo u otro de Realidad Virtual.
-
Proceso de postventa. Está relacionado con la fidelización del cliente. Para conseguirlo, debemos tener bien definidos los dos procesos anteriores.
4. Analizar la experiencia del usuario con la aplicación de la VR
Una vez hayamos elegido qué tipo de VR se adecúa mejor a nuestro negocio y lo hayamos puesto en marcha, deberemos analizar cuál ha sido la experiencia de usuario.
¿La hemos mejorado? ¿Ha merecido la pena? O, por el contrario, ¿tengo que hacer modificaciones tecnológicas?
5. Siempre hay que pensar en el usuario, ¿a qué le da valor?
Ya, para terminar, esta quinta clave también es precisa revisarla en detalle.
No es lo mismo tener una tienda de ropa que un concesionario de coches. Quizá el cliente le dé más valor a una experiencia inmersiva en el segundo de los casos que en el primero.
Por ello, es preciso conocer perfectamente al público que muestra interés por nuestro negocio.
Desde TwoReality seguimos creando los mejores contenidos y aplicaciones para distintos dispositivos. Cuéntanos tu proyecto.