Diferencias entre Realidad Virtual, Aumentada y Mixta

Existen varias tecnologías que buscan cambiar la forma en la que percibimos nuestra realidad, ya sea que se trate de entrar a un mundo virtual, aumentando uno existente de una manera realista e interactiva, o en un punto intermedio entre las dos.

Las tres opciones implican ver imágenes que no son reales, por lo que la manera en la que se diferencian es en cómo interactúas con los elementos virtuales.

En la siguiente guía podrás aprender todo lo básico acerca de estas y así saber en qué se diferencia cada una de ellas.

Realidad Virtual (VR)

Toda la tecnología que altera la realidad cambia la forma en la que percibimos el mundo de alguna manera, pero la Realidad Virtual o VR (Virtual Reality) cambia completamente el entorno visual que nos rodea.

Para esto se utiliza una especie de cascos o gafas bastante grandes que realmente consisten en una pantalla que se monta en tu cabeza justo delante de tus ojos, la cual es alimentada por una computadora, consola de videojuegos o teléfono móvil.

Gracias a software especializado y sensores, puedes sentir que esta experiencia es casi real puesto que a menudo, también cuenta con sistema de sonido envolvente dentro de los cascos, permitiendo interactuar con lo que ves de manera más intuitiva.

Lo que distingue a la VR de las tecnologías adyacentes es el nivel de inmersión que promete.

Cuando los usuarios miran a su alrededor, la visión de ese mundo se ajusta de la misma manera que lo haría si estuvieses mirando o moviéndote en el entorno real.

La clave para que esto funcione es la presencia, usando el contenido y la tecnología que este a la mano para engañar al cerebro con la creencia de que te encuentras en otro lugar.

Por ejemplo, si te estremeces al ver a un dinosaurio virtual o no quieres caer por un precipicio esa es la presencia trabajando. Históricamente ese es el desafío más grande que ha tenido la realidad virtual.

Nuestros cerebros son muy inteligentes al “olfatear” la presencia mal empleada, por lo que, si estas paseando por una montaña rusa virtual y tu cuerpo no siente que se mueve el cerebro podría pensar que algo no va bien.

Realidad Aumentada (AR)

La Realidad Aumentada o AR (Augmented Reality) toma la realidad existente y cambia aspectos de ella a través de la lente de un teléfono inteligente, gafas especiales o cascos. Con este tipo de realidad siempre verás lo que está justo delante de ti, pero con una capa virtual añadida encima.

Comparte muchas de las características que posee con la VR en términos de compresión del posicionamiento en el espacio, sin embargo, en lugar de estar inmerso en un mundo virtual, gracias a la AR puedes ver el mundo real superponiendo objetos virtuales o información encima de este.

Por ejemplo, si buscas muebles para tu habitación podrías usar una aplicación de AR para ver que elemento quedaría mejor en el sitio específico sin necesidad de comprarlo primero. De igual forma la información o datos digitales como números, notificaciones de texto, páginas web, gráficos e incluso mapas se mostrarían en pantalla.

El término clave para la AR es utilidad. Una experiencia típica de Realidad Aumentada probablemente sería mucho menos emocionante que ver a un dinosaurio o montar una montaña rusa, pero hay personas que argumentan que el mercado potencial para este tipo de tecnología es mucho más grande que el de la VR.

Realidad Mixta (MR)

Podrá ser la menos conocida de las tres, pero la Realidad Mixta o MR (Mixed Reality) es irónicamente la que tendría el camino más fácil en cuanto a la adopción por parte de los consumidores si la tecnología funciona de la manera en la que se promociona.

La mejor forma de definirla es con la palabra “flexibilidad” ya que trata de combinar los mejores aspectos de las realidades que explicamos anteriormente.

En teoría, la MR permite al usuario fusionar los mundos reales y virtuales para producir nuevos entornos y visualizaciones donde los objetos físicos y digitales pueden coexistir e interactuar en tiempo real. Con esta tecnología los usuarios podrán hacer uso de objetos virtuales en el entorno real y manejarlos como si fuesen objetos físicos, como herramientas, juegos de mesa, entre otros.

5 comentarios

Los comentarios están desactivados.