Realidad aumentada : una buena inversión tecnológica

Uno de los productos más novedosos del mercado son las gafas virtuales, las cuales cada vez van generando más expectativas por sus múltiples funciones a la hora de utilizarlas.

Actualmente, sus usuarios se encuentran entusiasmados ante los rumores de que Apple ya está pensando en lanzar muy pronto una nueva versión junto a Microsoft y Google. Según especialistas en la materia, se espera que el para el año 2021 el mercado combinado a la realidad aumentada sea de $ 108 mil millones, obteniendo así compras masivas por parte de las empresas y consumidores. También afirman que el año 2016 fue un tiempo muy duro para los inversionistas, a pesar de las nuevas propuestas que hubo.

Mundo 3D

Para tener una visualización más completa del mundo real, existen alternativas virtuales que pueden reconocer y capturar el mundo en una versión 3D. Esto consiste en hacerle seguimiento a algunos lugares, personas u objetos de tal forma que se le pueda dar sentido a todo lo que nos rodea. ­ Existen compañías que han visto en este nuevo sistema tecnológico una buena oportunidad para invertir, ya que se han convertido en una forma de mostrar nuevas herramientas que les puedan brindar soluciones de una manera interactiva a sus clientes a través de la realidad aumentada (AR). La cual básicamente consiste en un conjunto de equipos que añaden información virtual a la información física ya existente, es decir, aumentan una parte sintética virtual a la real. Sin embargo, el sistema AR es muy distinto a la realidad virtual (RV) que se conoce desde hace un buen tiempo. La primera monta una realidad visual en la que la persona observa una mezcla de las dos realidades, muy similar a lo que se refleja con el video juego de Pokemón Go o la aplicación en 3D que ha promocionado Google Maps. En cambio, con la RV, el usuario se aísla de la realidad material del mundo físico, ese mundo palpable que nos da una proyección de vida. Se podría decir que el sujeto se adentra totalmente en un plano netamente virtual.

Inversión

Por otra parte, Tom Emrich, socio fundador de Super Ventures , es uno de los ejemplos de empresarios que creen en la AR y desean ser parte de toda la nueva experiencia que generará esta realidad aumentada. En un artículo publicado recientemente, Emrich dijo que su firma se ha reunido con más de 600 compañías de AR en el último año, pues el ecosistema de AR es complejo con múltiples categorías de dispositivos, entradas y salidas y herramientas de interacción. Aunque actualmente para que la AR se sienta en las masas a nivel global, requiere de un hardware para estar en las manos o en las caras de los usuarios, según aseguró Emrich. El empresario señala que el punto focal de la realidad aumentada es permitir que la información gráfica sea casi idéntica a la visión natural. Y para conseguirlo, “se necesitan avances en campo de luz, proyección de retina, renderización fotorrealista, enfoque ajustable y vergencia natural y acomodación». Pero esta perspectiva, según especialista en el tema, presenta retos más allá de lo visual como por ejemplo: conectividad, multi-sensor de fusión, háptica y audio y hasta duración de la batería de los dispositivos que creen la realidad aumentada.

Comunicación real vs telepresencia

Asimismo, el socio fundador de Super Ventures, alega que otro aspecto que podrían restar puntos a la AR es la comunicación. Porque pese a que cada ola de la computación sigue un patrón similar a la anterior, el ámbito social ha sido difícil de romper, pues al ser humano se le hace más fácil poder expresar sus sentimientos cuando percibe al otro cercano y no a través de una pantalla virtual. Pero Emrich expresó que en un futuro las experiencias sociales a gran escala sean ámbitos que AR abrace con la inclusión que está realizando de manera única de ofrecer verdadera telepresencia junto con empatía. En el que la distancia no sea un impedimento para estar en la misma habitación con ese ser que quieres y tener una charla amistosa o colaborar en un proyecto importante o incluso solucionar un problema crítico en el sitio.