Soluciones De Recorridos Virtuales Para Museos
En los últimos años, las nuevas tecnologías y el desarrollo de la IA han ganado más terreno que nunca.
La pandemia supuso un punto de inflexión dentro de las nuevas formas de hacer negocio.
Uno de los sectores que ha sacado más beneficio de ellas ha sido el cultural.
Dentro de dicho sector, los museos son los que más se han reinventado en la lucha por mejorar la experiencia cliente, instaurando los recorridos virtuales como una de sus potenciales fuentes de atracción turística.
A continuación, te enseñaremos qué soluciones aportan con los recorridos virtuales nombrados con anterioridad y las ventajas y beneficios que regalan al usuario.
Los museos virtuales se erigen como la nueva forma de hacer turismo
Los recorridos virtuales en museos se han convertido en la mejor solución en relación a las barreras geográficas.
El hecho de poder visitar y conocer resquicios de la historia desde cualquier parte del planeta, se antojaba un sueño que, hasta hace relativamente poco, no se ha hecho realidad.
La llegada de la realidad virtual y la inteligencia artificial han traído muchas ventajas para acercar, educar y unir comunidades.
La facilidad de acceso que aportan y la comodidad que, por ende, suponen, son alicientes que motivan al cliente.
Tan sólo es preciso disponer de un acceso a la red para que los usuarios puedan acercarse al arte y a grupos de personas afines a sus gustos y aficiones.
Los problemas que suscitaban los gastos económicos y el tiempo que supone el hecho de desplazarse a la ubicación real del destino, desaparecen con esta nueva modalidad de hacer turismo.
Por otro lado, esta nueva era de visitas virtuales, concede a los museos la oportunidad de renovar su imagen y marca.
Uno de los principales objetivos sobre los que han puesto el foco, tanto los museos públicos como privados, es el de acercar al público de una manera amena y divertida a la cultura e historia.
Educar y entretener dentro de un amplio abanico de generaciones, es decir, a pequeños y mayores, no era tarea fácil.
Ahora, las visitas se convierten en un auténtico atractivo gracias a la agilidad e interacciones que se pueden desarrollar, llegando a un público más amplio.
Estrategias que, sin duda, están impulsando al sector cultural.
La mayoría de museos que han adoptado la modalidad de recorridos virtuales suelen disponer en su web de una serie de datos interesantes para el cliente.
Entre ellos, encontramos la información sobre la temática presentada en el espacio, acompañada de datos de ubicación y vídeos promocionales.
En caso de que el usuario termine por convencerse para llevar a cabo dicho tour, tendrá que hacer un registro dentro de la web a fin de conocer su disponibilidad, gustos y apetencias.
El objetivo es el de ofrecer al cliente una experiencia inmersiva y ofrecer una agenda de actividades que puedan interesarle.
Llegados a este punto, es importante aclarar, que los museos virtuales no sólo se convierten en el recurso digital más adecuado.
El hecho de incentivar al público para que pueda disfrutar de lleno de las instalaciones sin necesidad de un desplazamiento, sólo se consigue a través de estas novedosas herramientas tecnológicas, que se erigen como el complemento perfecto entre el museo virtual y el presencial.
Para alcanzar dicho equilibrio entre lo que el cliente puede encontrar presencial y virtualmente, será preciso que dentro del marco digital existan unos requisitos claves que incentiven y motiven.
Entre ellos, podemos encontrar la herramienta de acceso colectivo de la información que recoge el espacio, así como una primera visualización general de piezas que en él encontraremos que, pueden estar o no expuestas.
Como bien sabemos, hay muchas obras de arte que, por motivos de deterioro o de reforma y reconstrucción no se encuentra físicamente en los museos.
Con esta novedosa forma de hacer turismo tendrás acceso a todo lo que está y lo que se supone que debería estar.
Además, la gratuidad de la visita, las interacciones con los puntos informativos del museo, así como con la comunidad a través de chats o plataformas habilitadas especialmente para ello, convierten a esta nueva forma de hacer turismo en la mejor solución.
Pero los beneficios no se quedan estancados exclusivamente en los puntos anteriores.
Algunos museos han implementado los tours interactivos a 360 grados, de esta manera la experiencia es completamente inmersiva.
Sin duda, la calidad de los servicios influyen favorablemente en la satisfacción del cliente y, para ello, es preciso que cada vez sean más los espacios que adopten las nuevas tecnologías, basadas en la realidad virtual y la IA.
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